La Secretaría de Educación del Tolima ha iniciado talleres de formación en Lengua de Señas Colombiana en 12 municipios del departamento. Desde SUTET SIMATOL valoramos esta acción como un avance necesario, pero también alzamos la voz para advertir: la inclusión no se puede seguir manejando como una estrategia temporal o un proyecto aislado. Se requiere voluntad política, continuidad presupuestal y acciones estructurales que garanticen el derecho pleno a una educación accesible.
La iniciativa, liderada por la Dirección de Cobertura Educativa, está dirigida a docentes, estudiantes oyentes, familias y comunidad en general, con el objetivo de crear entornos más accesibles para personas sordas. Sin embargo, como sindicato y veedores de la educación pública, nos preguntamos: ¿Dónde están los intérpretes permanentes en las instituciones con estudiantes sordos? ¿Dónde están los materiales adaptados? ¿Dónde están los planes reales de formación docente en comunicación inclusiva?
Sabemos que los talleres tienen una duración de un mes y abordan contenidos básicos y estructurales de la Lengua de Señas Colombiana. Pero la inclusión no se logra con capacitaciones ocasionales. Se requiere formación sistemática, herramientas tecnológicas, acompañamiento pedagógico y compromiso institucional. La entrega de pantallas inteligentes a algunas sedes es un avance, pero sigue siendo insuficiente frente a las múltiples barreras que enfrentan estudiantes con discapacidad.
Felipe Urueña, director de Cobertura Educativa, ha manifestado que se busca “hacer de la Lengua de Señas una herramienta común”. Coincidimos. Pero para que eso ocurra, se debe incluir esta formación en la carrera docente, garantizar el acceso a intérpretes en todas las instituciones que lo requieran y asegurar condiciones dignas para la comunidad sorda y los maestros que la acompañan.
Desde SUTET SIMATOL reafirmamos nuestra labor como veedores de la política educativa en el Tolima. Saludamos los avances, pero no dejaremos de señalar los vacíos. La inclusión no puede seguir siendo una promesa. Debe convertirse en una realidad sostenida con recursos, formación, infraestructura y decisión.